Creemos que aprender no es repetir, sino vivenciar, descubrir, conectar. Por eso cada propuesta nace de la observación atenta, de los intereses reales de las infancias y del diálogo con el grupo.
El aprendizaje cobra sentido cuando parte de la curiosidad, del juego, de la exploración activa y del vínculo con otros. Acompañamos cada proceso respetando los ritmos individuales, fomentando el pensamiento crítico, la autonomía y el deseo de aprender.
En cada sala, cada día, buscamos que lo que sucede tenga sentido para quien aprende, porque solo así deja una huella que perdura.
Aprender con sentido
Las propuestas se vinculan con lo que cada niño y niña siente, pregunta, observa y necesita.
Pensar desde el hacer
Explorar, probar, equivocarse y volver a intentar: el aprendizaje sucede cuando hay experiencia.
Construir saberes en comunidad
El conocimiento se enriquece cuando se comparte, se escucha y se construye junto a otros.